¿Cómo vender una casa rápido?: 3 pasos indispensables

Los papeles de tu casa son muy importantes no sólo al lograr una venta exitosa, sino para acreditarte como propietario. A través de ellos, compruebas que eres el dueño y que como tal, tienes la facultad de venderla en el momento que lo necesites. Pero ¿qué documentos son los que te aseguran la pertenencia del inmueble?

Al momento de comprar una casa, es indispensable realizar su inscripción en el Registro Único de Vivienda (RUV). Ahí te otorgarán una Clave Única de Vivienda que, entre otras cosas, facilitará a las instituciones financieras el trámite de verificación del inmueble.

Al contar con el registro de tu propiedad, los interesados en comprar tu casa tendrán la posibilidad de asegurar que los datos y la construcción cumplen en regla y forma los requerimientos necesarios en el proceso de adquisición. Es, además, un requisito indispensable para que el comprador utilice un crédito hipotecario. En consecuencia, obtendrás mayores probabilidades de vender tu casa rápido.

Este es uno de los documentos más importantes de una casa, pero que en ocasiones no se le da el valor que merece. La boleta de predial es otra forma de comprobar que tú eres el propietario del inmueble, ya que esta debe estar a tu nombre y, además, en ella se especifica la cantidad de metros que comprenden la casa. Ese dato tiene que corresponder con los estipulados en las escrituras, ya que, de lo contrario, podría afectar la transacción.

Para vender una casa rápido, las boletas del predial no sólo deben contener tu nombre y datos de la propiedad, sino que también tienen que estar pagadas. El notario que lleve el proceso de compra-venta te exigirá la comprobación del pago de, cuando menos, los últimos cinco años. La misma situación ocurrirá con los recibos de la luz y el agua, ya que forman parte de los servicios básicos de cualquier inmueble y con ellos, se demuestra que la casa está libre de gravamen, es decir, no cuenta con un pago pendiente.

Este es otro de los elementos que, sin duda, marcarán la diferencia al buscar vender una casa rápido. Se trata de la estimación comercial del valor de tu propiedad, es decir, el precio que tiene en el mercado. Con él evitarás una sobrevaloración que ahuyente a los compradores, por ello es necesario que contrates a un especialista autorizado. Algunos de los puntos a considerar en un avalúo inmobiliario son el valor por metro cuadrado y lineal de la zona, el tipo de construcción, su edad y las mejoras que se hayan hecho a la vivienda.

Es un requisito básico no sólo para ti como vendedor, sino también para el comprador, ya que con base en ese valor, será el monto que la institución financiera autorizará en el crédito hipotecario. Así mismo, con el avalúo, el notario logrará calcular los impuestos y el costo de algunos trámites, así como sus honorarios.

Al ser una vivienda usada, es normal que presente algunos detalles o deterioros. Antes de comenzar el proceso de venta, lo recomendable es que los arregles y mejores el aspecto general del inmueble. Pinta las áreas que sean necesarias y atiende grietas, goteras, plafones, daños en la cañería o posibles fugas de gas o agua.

Una vez que hayas realizado las reparaciones y tu casa se vea más atractiva, es momento de que le saques algunas fotografías que te servirán para enamorar a los interesados. Busca los mejores ángulos y trata de resaltar esos detalles que de forma personal te gustan más.

La información es poder y en el proceso de la compra o venta de un inmueble, se comprueba claramente. En los dos casos, se requiere de tiempo, preparación y paciencia. No se trata de procedimientos rápidos. Cada detalle debe ser atendido de forma precisa para que, al momento de la transacción, no existan motivos que impidan su realización. Un faltante puede afectar el precio o incluso la cancelación de la negociación.